domingo, 29 de junio de 2008

¡Campeones!


Acabamos de ganar la Eurocopa de Naciones. España es campeona. La de cosas que se pueden conseguir con un buen entrenador que sepa mover a sus jugadores, confiar en ellos y darles toda la responsabilidad para que hagan su trabajo, bajo su batuta.

¿Os imagináis a Luis Aragonés en la portería tratando de parar los penaltis de Italia o corriendo como Torres para marcar el gol de la final a Alemania? Pues como que no...

Enhorabuena Campeones.

miércoles, 25 de junio de 2008

Maridaje Publicitario

Muchas instituciones están apostando de manera decisiva por el desarrollo de herramientas de comunicación interna, trasmitiendo mensajes positivos a sus empleados con el objeto de motivarles e involucrarles en sus proyectos empresariales.

Me consta que muchos de ustedes son públicos preferenciales de los gabinetes de comunicación de sus respectivas empresas, y que periódicamente reciben informaciones en sus puestos de trabajos o en sus casas a través de diversos canales.

La mayoría de estas publicaciones (impresas o no) están elaboradas “para mayor gloria del jefe”, aunque también podemos encontrarnos herramientas mucho más profesionales en las que se suscita el diálogo, se genera conocimiento y se motiva e implica a los lectores transmitiéndoles los principales valores corporativos de la empresa.

Esta tarde, cuando llegué de trabajar, encontré en mi buzón el envío mensual de una de las publicaciones periódicas de la empresa en la que trabajo y como cada mes dediqué unos minutos a hojear (con h de hoja) esos contenidos que tan bien responden al primer objetivo que enumero en el párrafo anterior.

Pues bien, mi gran sorpresa llegó al terminar de leer el periódico y encontrarme en el interior de la contra una inmensa página publicitaria de una compañía dedicada a vender sombra en estas fechas en las que tanto aprietan las calores.

No es que sea un enemigo acérrimo de la venta de espacios publicitarios en las publicaciones corporativas de las grandes empresas (en algunos casos puedo estar incluso a favor). No obstante, sí lo soy de la inclusión de cualquier tipo de publicidad, y me parece que el lumbreras que ha dado luz verde a esta inserción no se ha dado cuenta del perjuicio que, en cuanto imagen, le ha podido causar a su Institución.

Al dejarse la puerta abierta, el mes próximo podemos encontrarnos con una paginita del pollero de Triana, de la carnicería del tío Bartolo o de la churrería de Cano y Cueto, “qué más da, por dos o tres mil euros pagamos la tirada”.

Si tengo necesidad de vender esos espacios (que no creo que sea el caso) lo haría a prestigiosas instituciones que me ayudaran a potenciar la imagen de mi empresa, o al menos que no me la devaluaran.

Porque qué quiere que le diga, no creo que sea lo mismo celebrar este primer maridaje publicitario con El Corte Inglés, Audi o Mercedes, que hacerlo con esta empresa familiar de Castilleja de la Cuesta que, dicho sea de paso, me merece todos los respetos.

Seguro que ellos están dando saltos de alegría por haber casado su marca con la de la prestigiosa empresa a la que usted y yo dedicamos 35 horas semanales.

jueves, 19 de junio de 2008

Ya salió...


¡Que levante la mano quien haya sufrido en alguna ocasión un cólico nefrítico! ¡Que levante la mano quien haya sentido cómo la piedra va saliendo por la uretra hasta impactar con la botella de Lanjarón cortada en la que el urólogo te ha dicho que mees para después analizar el cálculo! Que levante la mano… ¿Nadie?

Pues yo, por fin, he soltado hoy mi piedra.

Bueno, la verdad es que la mía era un pedrusco de considerables dimensiones. Ya llevaba dos años con esa molestia constante que me atacaba los riñones y derivaba los dolores a todo el cuerpo, pero hoy me he quedado nuevo.

Creo que si hubiese sabido que la sensación iba a ser ésta hubiese puesto medidas mucho antes. Tampoco es que haya sido un dolor continuado e inaguantable en el día a día de estos dos últimos años. Ha habido momentos, sobre todo en los últimos meses, que casi no me he acordado de que la puta piedra estaba ahí, en estado latente, esperando su momento para dar la cara. Pero cuando lo hizo, no me dejó más remedio que acudir a Urgencias para medicarme, ¡bendita la hora!

Uno, preocupado por su estado de salud, había leído sobre la patología sufrida, y descubrí cosas muy llamativas. Yo sabía, porque lo había vivido, que las llamadas piedras en el riñón se presentan con un dolor agudo e intenso, casi insoportable, que te pone de una mala hostia de órdago y te puede producir fiebre, náuseas y hasta vómitos. Lo que no podía imaginarme es que el dolor ocasionado suele originar reacciones psicológicas que pueden añadirte un sufrimiento mucho mayor.

Leyendo sobre las causas que suelen motivar este tipo de patologías, casi todos los expertos daban una mayor relevancia a los factores extrínsecos y me acordé de la serie aquélla que veíamos de pequeños y que nos explicaba el funcionamiento del cuerpo humano. Y vino a mi mente la imagen de un grupo de muñequitos, blancos todos ellos, que vivían en paz y armonía hasta que llegaba uno rojo y se ponía a “dar por culo”, y luego llegaba otro rojo, y otro más… Y el jefe de los rojos, vestido de militar, era el más cabrón de todos, y los blancos claudicaban, y la enfermedad, poco a poco, se iba transmitiendo por el tejido anteriormente salubre hasta ocasionar el desaguisado.

En la serie siempre aparecía un anciano barbudo que encontraba la solución para estos problemas. Desgraciadamente, en la vida real no siempre aparece ese anciano, por eso hoy estoy tan contento de que mi molestia haya terminado.

No obstante, preguntando a la gente que me rodea me he percatado de que se trata de una patología ciertamente común, y que son muchos los compañeros y amigos que también alojan en sus organismos estos cálculos renales (me cuenta una amiga que también pudo soltar su piedra hace unas fechas).

Sé que no todos ellos pueden costearse la medicación e ir a urgencias para que le den el tratamiento que les libere, a éstos les aconsejo que tengan un poco de paciencia porque la piedra saldrá sola, seguro. A los que pueden hacerlo les sugiero que no se lo piensen, merece la pena liberarse de este tipo de guijarros, aunque corras el riesgo de que otro pueda formarse en un futuro y volver a joderte la existencia…

A mí no sé si se me volverán a formar en un futuro, pero no sabes lo feliz que estoy de que esta hijaputa ya haya salido.